La abundante presencia de primitivos caballos en la
zona, se remonta al Paleolítico, cuando el aprovechamiento
del caballo se limitaba a su caza, para alimento. La
abundancia de este animal en toda la zona fue fundamental
para la transformación que ésta experimentó
hacia el año 1.000 a.C., con la llegada de los
fenicios.
Para entonces el caballo andaluz ya "existía"
como tal, al menos en su definición básica,
siendo utilizado como "arma de guerra", comprobando
mas tarde, el propio Carlomagno, la movilidad de estos
caballos en las batallas contra los musulmanes. Esto
provocó durante la dominación árabe,
que el precio fuera superior, que tan solo desde un
punto de vista de trabajo de labor o alimenticio, sobre
todo en las zonas limítrofes a la frontera.
Con el paso del tiempo, el caballo, adquirió
cada vez mas importancia desde un punto de vista estratégico,
económico y genético, lo cual dió
lugar a numerosas disposiciones reales para la protección
y fomento de la cría caballar. Distintos reyes
trataron con especial interés la cría
caballar, destacando entre ellos Felipe V.
En la actualidad, el potencial turístico que
el mundo ecuestre oferta es cada día Mayor y
mas completo. Jerez y su entorno mantienen unas posibilidades
dentro del ámbito turístico excelentes,
y el desarrollo de un sector que actúa como catalizador
y motor económico, se incrementa día a
día.
El desarrollo integral del turismo ecuestre en nuestra
zona con la opción de cualquier tipo de actividad
ecuestre en un entorno diverso e inmediato: viñas,
cañadas, caminos, montañas y gargantas,
paseos a caballo, clases de equitación en distintos
niveles y modalidades, y la disponibilidad de infraestructuras
públicas y privadas de primera magnitud, hacen
de Jerez mucho más que la Ciudad del Caballo.
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